Para explicar qué me ha llevado a trabajar fundamentalmente con un soporte tan poco convencional como la hoja vegetal, tengo que hablar del contexto en el que la inspiración y la crisis personal se aliaron para convertirse en una herramienta que me permite reflejar lo que hacemos con la naturaleza y con nosotros mismos. En este proceso encuentro principalmente dos vías de exploración: la hoja como símbolo del entorno ecológico, y como reflejo de nuestra propia dualidad.
Por un lado, se trata de un elemento de peso en la naturaleza y me resulta un soporte ideal donde plasmar mis ideas relacionadas con la situación medioambiental actual. Por otra parte, para mí este elemento natural representa una de nuestras dualidades primordiales: luz y sombra. Una hoja es generalmente una lámina donde un lado mira hacia la luz y el otro se esconde en la sombra. En psicología analítica la sombra es aquella parte del ser donde ocultamos lo que no nos gusta de nosotros, y es precisamente en este terreno donde reflexiono y procuro averiguar las razones de nuestros miedos y sufrimientos.